Mujeres marcharon por María Belén Bernal y cientos de víctimas de feminicidio

Con el rostro presente de María Belén Bernal y de otros casos de feminicidios en Ecuador, cientos de mujeres marcharon este viernes por las calles del centro histórico de Quito, para reclamar la erradicación de la violencia hacia las mujeres.

La manifestación partió del Parque El Ejido y llegó a la Plaza Santo Domingo, en un recorrido donde las participantes dirigieron gritos contra la Fiscalía y la Asamblea Nacional, al pasar frente a las sedes de estas instituciones estatales, a las que culpan de no tomar suficientes medidas frente a la violencia machista.

Con pancartas como "Somos el corazón de las que ya no laten", la movilización se realizó por las 272 víctimas de feminicidio que se han dado en Ecuador desde inicios de 2022 hasta el 15 de noviembre, según las estadísticas recopiladas por la Fundación Aldea y la Iniciativa Spotlight.

Sin embargo, los registros del Consejo de la Judicatura arrojan 345 muertes violentas de mujeres hasta el 11 de noviembre, pero solo 70 han sido procesados dentro del sistema de Justicia bajo el delito de feminicidio, mientras 244 por asesinato y 22 por homicidio.

Estas cifras hacen que este 2022 sea el peor año en muertes violentas de mujeres desde que en 2014 se tipificó el delito de feminicidio dentro del código penal ecuatoriano.

Entre las integrantes de la marcha estaba Elizabeth Otavalo, la madre de María Belén Bernal, cuyo asesinato se ha vuelto en los últimos meses el emblema de la violencia que sufren las mujeres, al presuntamente quitarle la vida su esposo dentro de las instalaciones de la Escuela Superior de Policía.

Bernal pasó diez días desaparecida tras acudir a la Escuela de Policía a visitar a su esposo antes de que su cuerpo fuera encontrado en una agreste y montañosa zona cercana a la instalación policial.

RECLAMAN CAPTURA DE CÁCERES

Tampoco faltaron en la marcha las fotos de Germán Cáceres, el principal sospechoso del asesinato de Bernal, y que todavía se encuentra prófugo de la Justicia al pasar a paradero desconocido tras prestar una primera declaración en la Fiscalía en la que quedó libre con cargos, durante los primeros días de su desaparición.

"Vamos a pedir verdad, Justicia y reparación, no solo para María Belén sino por todas las personas que han sido asesinadas y por todas esas mujeres que han sido calladas sus voces", señaló Otavalo.

"Estamos exigiendo que ya basta de tanta indolencia, que constitucionalmente el Estado nos dé la seguridad que nos corresponde. Esto es un derecho. El Estado nos debe seguridad, nos debe derechos. Eso es lo que pedimos", añadió.

Sobre la investigación del asesinato de su hija, Otavalo lamentó que va "lenta, a paso de tortuga", y culpó a la Policía de no colaborar.

"Han solicitado pericias y nos niegan. Han solicitado documentación y la Policía nos niega. Seguimos en la investigación y esperemos que la Fiscalía nos dé resultados la próxima semana".

En ese sentido, reiteró que llegará "hasta las últimas consecuencias, a organismos internacionales", para defender a su hija y a su nieto huérfano.