Dos masacres carcelarias en tres días dejan al menos 29 muertos en Ecuador

La violencia en las prisiones de Ecuador se volvió a recrudecer esta semana con dos masacres carcelarias en apenas tres días que dejan hasta ahora al menos 29 presos asesinados y 59 heridos, de ellos 53 reclusos y 6 policías. Esto se suma a  más de 100 privados de libertad fallecidos desde inicios de 2020.

La mayoría de este tipo de altercados entre bandas criminales que se disputan el control interno de los centros carcelarios, un fenómeno que se ha convertido en una bomba para el Gobierno Nacional, que aún no logra desactivar.

No habían pasado ni ochenta días desde la séptima masacre ocurrida en la cárcel de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, que dejó 13 reclusos asesinados y dos heridos, cuando el pasado lunes se produjo la octava en la prisión de alta seguridad de Cotopaxi, con 16 fallecidos y 43 heridos.

La novena masacre no tardó tanto, apenas dos días, pues el miércoles una revuelta en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, la más grande y poblada del país dejó 13 reclusos muertos y 22 heridos.

Grupos de derechos humanos, que cuestionan el rol del Estado, consideran que el laberinto carcelario podría ser incluso catalogado de "genocidio", pues las autoridades no han podido detener hasta ahora las matanzas ni tampoco el ingreso de armas, municiones y explosivos a las cárceles.

Incluso, la misma Policía denunció el pasado 20 de septiembre que tres agentes en servicio activo de la institución habían sido detenidos al estar involucrados en trafico de armas, cuando supuestamente intentaban ingresar casi 500 balas a la cárcel de Cotopaxi, dos semanas antes de la última masacre en esa prisión.

El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), se quedó sin su titular luego que su director Pablo Ramírez anunció su retiro de esa entidad, por haber sido designado para dirigir la Unidad Antinarcóticos de la Policía.

REPRESIÓN HACIA FAMILIARES

Las fuerzas del orden fueron duramente criticadas por medios locales, organismos de derechos humanos y familiares de los reclusos por su actitud durante los disturbios en la cárcel de Cotopaxi y en la Penitenciaría del Litoral, sobre todo en esta última donde la represión quedó registrada en videos que fueron difundidos en redes sociales.

El CDH denunció una desproporcionada represión contra los familiares de reclusos que pedían información sobre la situación de sus allegados. Periodistas que cubrían el motín, además de varios activistas sufrieron golpes y amenazas de los agentes que custodiaban las afueras del recinto carcelario.

El grupo proderechos emitió un duro informe en el que concluyó que en ninguna de las masacres carcelarias desde 2020 ha existido una "recuperación del control" total de las prisiones por parte del Estado.

"La dinámica del Estado es dejar que dentro de las cárceles mueran las personas y, luego de los disturbios, ingresan", opinó el organismo no gubernamental, que hizo responsable al presidente Guillermo Lasso, y anunció que denunciará al Estado ante organismos nacionales e internacionales.

Las advertencias contra Lasso llegan en un momento en que el mandatario afronta uno de sus momentos más complicados en los menos de diecisiete meses que lleva en el poder, ya que en la Asamblea Nacional han cuestionado el supuesto incumplimiento de su plan de Gobierno.