Fiscalía obtiene 13 años de prisión por estafa contra dueños de un “centro espiritual” en Azuay

Un testamento en otro idioma, oro en el patio de la casa y la posibilidad de morir con lepra, fueron los argumentos para la estafa de 53.800 dólares cometida por cuatro ciudadanos, dueños del ‘Centro Botánico Espiritual Azteca’.

Fiscalía detalló estas y otras pruebas ante un Tribunal Penal de Azuay para que Gina Patricia Z., Wilson Alfredo C., Yeison Andrés D. y María de los Ángeles C. sean sentenciados a la pena máxima agravada a trece años de privación de libertad y a la devolución del dinero estafado, como reparación integral a las víctimas.

Oro, testamento y lepra

A finales de febrero de 2021, una pareja de esposos y su hija caminaban por el centro del cantón Gualaceo cuando fueron abordados por Yeison Andrés D., quien les entregó una hoja volante con publicidad del Centro Botánico Espiritual Azteca, conversó con ellos y les convenció que ingresaran.

En este lugar, Wilson Alfredo C. leyó la mano de uno de ellos, a quien le dijo que su familia iba a sufrir por enfermedades y que en el patio de su casa había un árbol seco, dentro del cual se encontraba oro, por lo que debían entregarle una muestra de la tierra para verificar.

Al día siguiente, las víctimas llevaron la tierra y los ahora sentenciados les dijeron que efectivamente habían comprobado que tenía oro y que ellos les iban a ayudar a sacarlo de la vivienda.

El 8 de marzo de 2021, Wilson Alfredo C., Yeison Andrés D. y otro ciudadano llegaron al inmueble de las víctimas, realizaron varios rituales, cavaron la tierra y sacaron un pétalo que supuestamente era de oro. Además, encontraron un testamento escrito en otro idioma, que fue leído por Wilson Alfredo C., quien les dijo a las víctimas que en el documento se solicita que entreguen una cantidad de dinero para colocarlo en un altar sagrado y velarlo, de lo contrario moriría con lepra.

Las víctimas se atemorizaron y accedieron a entregar el dinero a los ahora sentenciados, para que realicen la velación y la búsqueda del supuesto oro.

Estos hechos ocurrieron nuevamente, en circunstancias similares, con la participación, además, de Gina Patricia Z. y de María de los Ángeles C. Por la exigencia de los sentenciados, las víctimas hicieron tres entregas de dinero que suman 53.800 dólares. Para reunirlo, hicieron préstamos a familiares y entidades bancarias.

El 4 de mayo de 2021, los sentenciados debían llegar nuevamente al domicilio, pero no lo hicieron. Las víctimas intentaron contactarlos sin tener respuesta, por lo que decidieron denunciarlos con la Policía.

Esta teoría del caso fue demostrada por el Fiscal de la causa durante la audiencia de juzgamiento, sustentándola con los testimonios de las víctimas; de la perita contable, que determinó las cantidades de dinero entregadas; de los agentes de la Policía encargados de la investigación; el reconocimiento del lugar de los hechos; y, de una pericia de audio y video.

Como prueba documental presentó los informes de la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE), respecto a los ingresos de los sentenciados, también varios oficios de las entidades bancarias que certificaron respecto a los créditos realizados por las víctimas.